Cuando las primeras unidades del Galaxy Note 7 empezaron a auto incendiarse Samsung llegó a la conclusión de que el problema provenía de las baterías que integraba el dispositivo, motivo que le llevó a pedir a sus usuarios que devolvieran el terminal.
Samsung rápidamente encargó baterías para su Galaxy Note 7 a otro proveedor y relanzó el dispositivo, aunque como ya sabemos todos, estas supuestas unidades “seguras” seguían explotando sin explicación alguna, llevando a Samsung a tomar la decisión de cancelar las ventas del terminal para siempre.
Desde Samsung ya aseguraron que no escatimarían en presupuesto y personal hasta dar con el fallo que provocaba las explosiones de sus Galaxy Note 7, algo que parece que se han tomado al pie de la letra.
Al parecer los ejecutivos de Samsung habrían ordenado paralizar el desarrollo del Galaxy S8 durante dos semanas para destinar todos los recursos de la compañía en averiguar por qué su Note 7 se sobrecalienta e incendia.
No sabemos si esto provocará que la presentación del Galaxy S8 tenga que retrasarse, aunque queda claro que en Samsung no están dispuestos a lanzar un terminal con un problema así e que invertirán los recursos necesarios hasta dar con la causa.