La inmensa mayoría lo desconocen, pero en la industria de la telefonía, la inmensa mayoría esconden un mismo denominador común. El procesador de su interior que los da vida utilizan la arquitectura ARM, una tecnología propiedad de una empresa con mismo nombre que ofrece a sus socios dos formas de utilizarla. Pueden obtener una licencia para implementarla sin cambios o, por el contrario, utilizarla en sus chipsets tras realizar diferentes modificaciones.

Samsung se encontraba entre estas compañías que, buscando ofrecer una mejor potencia y eficiencia en algunos de sus chip Exynos, realizaba diferentes modificaciones sobre esta arquitectura ARM. Trabajo que permitía obtener unos núcleos mejorados para sus propuestas más punteros, o al menos así fue hasta ahora. La división de los surcoreanos encargada de dar vida a estas propuestas acaba de anunciar su decisión de echar el cierre.

(más…)